La kinesiología es una terapia natural que considera que mente y cuerpo están correlacionados, por lo que el hecho de cuidar uno de los dos aspectos, beneficiará también al otro.
Esta disciplina evalúa el tono muscular y los movimientos de la persona (o los problemas que tiene para realizar un movimiento correcto), con el objetivo de identificar en qué zona del cuerpo se encuentra el problema que produce un desequilibrio al paciente, influyendo negativamente sobre su bienestar físico o emocional.
Para ello se utiliza un test muscular que valora la calidad de respuesta de los distintos músculos. Como los músculos están relacionados con distintos órganos y funciones del cuerpo humano, y su respuesta no es adecuada si el sistema que lo alimenta –nervioso, sanguíneo, linfático…– está bloqueado o sufre estrés. Así, a través de este examen los expertos detectan las áreas disfuncionales y las consecuencias que tiene esto sobre la salud del paciente.
Una vez determinado el trastorno, el kinesiólogo emplea diversos procedimientos terapéuticos para solucionarlo, desbloqueando las zonas problemáticas, reduciendo el estrés, favoreciendo la circulación de la sangre y la oxigenación de las áreas comprimidas, etcétera.